domingo, 12 de abril de 2009

EDUCACIÓN PÚBLICA Y LAICA


El pasado 16 de marzo se celebró en el Pósito Municipal de Colmenar Viejo una mesa redonda en defensa de la escuela pública. El acto fue organizado por Izquierda Unida de Colmenar Viejo. Podemos presumir de haber contado con un elenco de pesos pesados en el mundo de la educación. No faltó al evento la diputada de Izquierda Unida portavoz de Educación en la Asamblea Regional, Lali Vaquero. Los dos ponentes restantes fueron Julio Rogero de Movimientos de Renovación Pedagógica y José Luis Pazos de la Federación de AMPAS “Giner de los Ríos”. Se encargó de moderar el acto nuestra concejala de IU en el Ayuntamiento de Colmenar Viejo, Paloma López.

Pero lejos de pretender hacer aquí una crónica del acto, quiero hacer referencia a algunas intervenciones que me dejaron muy buen sabor de boca.

Una de las ideas que me traje a casa, es que no debemos caer en la trampa que nos han tendido. Parece que hemos olvidado el debate inicial y que se da por hecho que la escuela concertada es mejor porque tiene más medios, porque poco a poco están deteriorando intencionadamente la educación pública. Si bien es cierto que la política educativa de Esperanza Aguirre está única y exclusivamente centrada en potenciar la educción privada, algunos seguimos pensando que, pese a todo, la educación pública sigue siendo la mejor. Nuestra defensa de la educación pública debe estar centrada en sus puntos fuertes y no debemos darnos por vencidos.

Otro de los asistentes argumentó sobre “la visibilidad de lo bien hecho”. Puso de manifiesto que cuando ocurre alguna desgracia en un colegio público, ya se encargan los medios de comunicación de airearlo en la primera plana de las noticias. No ocurre así con las bondades de la escuela pública, con los proyectos innovadores, con la integración de los inmigrantes, con todas las experiencias positivas, con los profesionales con los que cuenta, que son por cierto los mejor capacitados de una oposición. Cuando las cosas funcionan debemos ser nosotros los que las hagamos visibles, los que presumamos de escuela pública.

Otra de las intervenciones hizo referencia a la postura que adopta el PSOE en cuestiones de política educativa. Rechazaba con rotundidad el modelo del Partido Popular, pero al menos, conocía cuales eran sus intenciones. Identificaba perfectamente la postura de Izquierda Unida y su apuesta sin titubeos por una escuela pública y laica. Es decir, la religión fuera de la escuela y el dinero público para la escuela pública. Pero hablaba de la ambigüedad de los socialistas al respecto. No conocemos con exactitud que es lo que pretende. Claro que, si me permitís un inciso, la “personalidad flexible” del Partido Socialista le puede permitir defender una cosa y su contraria, su capacidad camaleónica le lleva incluso a pactar con el Partido Popular en el País Vasco y a votar como presidenta de su parlamento a una persona que se confiesa cercana al Opus Dei. Esta ambigüedad no es sólo en lo relativo a la defensa de la escuela pública. Ellos dicen que es "talante", otros entendemos que es capaz de pactar con el Diablo.


Salieron a la luz las siempre bien traídas denuncias sobre el regalo de suelo público para la construcción de colegios privados concertados, cuestión que hemos sufrido en Colmenar Viejo hace bien poquito y que a mi juicio supone un cambio sin parangón en la configuración de la educación en el municipio.
Quiero terminar resaltado una perlita que nos dejó José Luis Pazos. Cuando hablaba de su posicionamiento respecto a la función que debe cumplir la educación privada, se desmarcó con un razonamiento que a mí me dejo prendado y que, con su permiso, pienso utilizar en cualquier foro en el que se discuta el asunto. José Luis se manifestaba a favor de los centros privados, lo que no entendía era porque debía ser subvencionados, porque había que regalar parcelas públicas para su construcción. Poniéndose a la altura de los mejores razonamientos ultraliberales, comparaba este “negocio” con una pescadería. Imagina alguno de vosotros que a alguien que tuviera intención de poner una pescadería se le regalara el terreno para su construcción, se imagina además que el Estado le buscara los clientes. Inadmisible. Pues eso es lo que está ocurriendo con los nuevos colegios. Prefiero regalar pescaderías. Allí al menos no se adoctrinaría con el dinero público.

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